Preguntas Frecuentes

¿Haces un comparativo de los amplificadores disponibles y los clasificas por watts, precio y quién lo usa? Yo también lo hice por años. La verdad es que esas aunque son cosas importantes, no son los criterios más importantes para hacer una buena elección. 

Generalmente los fabricantes de amplificadores especifican algo como esto: Power: 500 Watts @ 8 Ohms / 250 Watts @ 4 Ohms. Esto nos dice la cantidad de watts que puede generar el sistema “amplificador + gabinete” con las cargas mas frecuentes. El tema de los watts y los ohms  – y otras cosas más importantes – lo vamos a explicar a profundidad en una entrada en el blog ya que es complejo (pero muy revelador).

Así que al grano:

  • Lo ideal es usar un amplificador que esté entre -10% y + 20% del manejo de potencia de los gabinetes. Ejemplo: Para un 12M6 que está especificado como 450 watts RMS @ 8 ohms. Lo ideal sería usar un amplificador de entre 400 y 500 watts a 8 Ohms y entre 800 y 1000 watts a 4 ohms.
  • ¿Qué pasa si no tengo un amplificador tan grande? No pasa nada siempre y cuando seamos cuidadosos en la calidad de la señal que mandamos al gabinete. Tal vez tengas un poco menos de volumen (aunque la diferencia entre un amplificador de 500 watts y uno de 1000 watts son tan solo +3dB) y sientas que no le estás «sacando todo el jugo» al gabinete pero en el caso de los gabinetes Motus, suenan igual a cualquier nivel de volumen. No necesitas darles mucha caña para que «suelten su colorcito» como pasa con muchos gabinetes comerciales.
    El verdadero problema cuando combinas un gabinete con muy alto manejo de potencia con un amplificador más pequeño (uno de 100-300 watts por ejemplo), es que vamos a tender a subirle mucho el volumen y podemos llegar a «clipear»la señal (muchos amplificadores tienen un led para indicar cuando están clipeando, ese NO es un foquito coqueto que prende al ritmo de nuestro sabroso groove o nuestro salvaje slap. Es un indicador de clipping y NO debe prender*). Una señal clipeada no es armónica con el movimiento de las bocinas y sobrecalienta la bobina de la misma. De hecho hay más probabilidad de dañar el amplificador o las bocinas con una señal clipeada en un amplificador muy pequeño que con una señal limpia en un amplificador muy potente.

(*) Hay algunos amplificadores como los ampeg SVT que tienen preamplificador de bulbos o transistores que sí están diseñados para permitir algo de clipping, en todo caso por favor revisa el manual de tu amplificador. Si tu amplificador no tiene indicador de clipping usa el «input gain» al mínimo y escucha atentamente para detectar cualquier indicio de distorsión no armónica antes de subir el volumen general o master.

  • Ok ok ok, prometo no “clipear” la señal. Entonces, ¿En qué me fijo?  Frecuentemente las marcas comerciales diseñan tanto sus gabinetes como sus amplificadores como un sistema, en donde uno suple las deficiencias del otro. Nuestros gabinetes no tienen un «sonido propio» o un color que necesite ser pareado con algún amplificador. Es por esto que la elección de amplificador es mucho más un tema de preferencia personal. Puedes empezar por revisar características como:
  • Su sonido. Obvio ¿No? Pues no tanto. Todos los Amplis tienen cierto “color” que realmente es una curva de ecualización pre definida de la que parten cuando todos las perillas están en el centro. El “sonido flat” de cada equipo es diferente y nunca es “flat”.
  • Ecualizador: ¿Cuántas bandas tiene? ¿En qué frecuencias? ¿Es paremétrico, semiparamétrico o gráfico?
  • Preamplificador: ¿Bulbos o transistores? ¿Eso me importa? ¿Puedo escuchar la diferencia? 
  • Conectividad: Entrada auxiliar, salida para audífonos, salida XLR (pre/post eq), loop de efectos. salidas speakon o plug, etc.
  • Extras como: compresión, distorsiones, posibilidad de bi-amplificar, conectividad con apps para el teléfono, carga de IR’s, botones mágicos con nombre de músico famoso, etc.
  • Tamaño y peso (generalmente determinadas por la topología del amplificador (Si es clase AB, clase D, ectomorfos.)
  • Las historias de terror: Si un equipo tiene reputación de que “no aguanta”, “se quema”, “es delicado” etc. Bueno, si el río suena….
  • En un último y lejano lugar… La potencia: Trata de seguir nuestra primera recomendación sobre los watts pero no bases tu decisión en ello. Tip: Un amplificador de 1000 watts solo suenan 3dB más fuerte que uno de 500 watts en el mismo gabinete.

Sobre todo lo anterior pregúntate: ¿Lo necesito? ¿Le entiendo? ¿Me sirve?

“Tengo un ampli de 300 Watts a 4 Ohms. ¿Qué gabinete me recomiendas para sacarle todo el jugo?”

Ésta es sin duda la pregunta más frecuente que nos hacen con sus respectivos emojis de diablito, bíceps y carita cool. Vamos por partes:

La manera de sacarle todo el jugo a un amplificador NO es poniéndole un gabinete de 4 ohms para tener el doble de watts, Sí, ya sé. El doble de watts, el doble de maldad, el doble de placer. Siento desilusionarte pero no es así. La diferencia entre someter a un amplificador a una carga de 4 ohms en lugar de 8 ohms en teoría es sólo de +3dB (tres decibeles). Y en la práctica la diferencia es menor ya que el amplificador va a estar más cerca de su límite y se va a proteger mas rápido obligándote a bajar el volumen. ¿Entonces cómo le haces? hay 2 formas principales:

 

1.- Con una mejor señal a amplificar. Para los más clavados explicaremos conceptos como Loudness, Phones, Molson, RMS, Program, Peak, PMPO, Ohms, y el más importante y desconocido de todos: “crest factor” en un blog post. Por ahora solo diremos que siempre debemos tener una buena estructura de ganancia en toda nuestra cadena de amplificación. Eso significa sencillamente que nuestra señal siempre sea lo más alta posible sin “clipear” o distorsionarse en todas las etapas antes de llegar al amplificador y a las bocinas. Incluso si sólo usas tu bajo y un cable. Aquí tu mejor aliado es el sentido común y tus oídos pero algunas recomendaciones generales serían:

  • Usa la menor distancia entre las pastillas y las cuerdas de tu bajo que te permita tener un buen volumen y dinámica sin correr peligro de tocar los imanes con la cuerda en algún momento de euforia. (Eso no le va a gustar a tu ampli.) Por supuesto que hay excepciones y puedes preferir una distancia mayor como en el caso de mi P bass ’78 que suena más gruñón con la pastilla muy abajo. En esos casos el preamplificador (de tu ampli o uno externo será el encargado de aumentar el nivel de la señal.
  • Si tienes efectos, preamps, compresores, pedaleras, distorsiones, emuladores, etc. Todos ellos de alguna manera tienen alguna forma de controlar ya sea la entrada (input gain) o la salida (level o master). NO los prendas todos al mismo tiempo y empieces a moverle a todos los botones hasta que suene como quieres, te vas a meter en un cuento de nunca acabar porque todos interactúan de distinta forma. Un compresor se comporta completamente diferente antes de un EQ que después de él. Un poquito de graves aquí y un poquito de graves allá, un pellizquito más acá y otro poquito por allá al final son un montón de graves que acaban con tu “headroom”, y le restan a tu amplificador mucha de su capacidad para hacer su trabajo. Lo que te recomiendo es: Ajusta uno por uno, estudia y entiende lo que hace cada botoncito, cada switch, cada perilla. LEE LOS MANUALES, checa videos, ENTIENDE PERFECTAMENTE qué efecto tiene cada cosa en tu sonido e intenta llegar a ese sonido que quieres con un nivel de señal lo más alto, natural y balanceado posible “sin clipear”. 
  • Ya si quieres ir mas allá en la optimización de tu señal, usa un HPF (high pass filter) inmediatamente después de tu instrumento y un buen compresor o limitador antes de llegar al ampli. 
 
 

2.- Aumentar la sensitividad de las bocinas. La sensitividad es la capacidad que tiene una bocina de convertir la señal que recibe en sonido que tú puedas escuchar. Generalmente especificada como dB (1Watt/1m) o la cantidad de decibeles que genera con 1 watt a un metro de distancia. Como casi todo en el audio, esta medida también es engañosa y pocas veces publicada por los fabricantes. Se mide en un laboratorio (anecóico o cuasianecóico) y con una señal sinusoidal de 1000Hz o con un ruido blanco o rosa. Nada mas lejano a la realidad en la que usamos las bocinas. 

Pequeño paréntesis violento sobre los watts porque ya sé lo que estás pensando:

Un amplificador NO DA WATTS, una bocina o gabinete NO DA WATTS, un gabinete de 1000 watts NO suena el doble de fuerte que uno de 500 watts. Cambiar tu gabinete actual por uno de más watts ¡NO TE DA MÁS VOLUMEN!

Un amplificador emite un corriente alterna, o sea: Volts AC, el gabinete o bocina convierte una parte de esa corriente en movimiento, y ese movimiento genera el sonido. El gabinete por sí solo no genera nada, al contrario; como parte de su “chamba” opone una resistencia al paso de esa corriente, esa resistencia se llama impedancia (impide el paso de la corriente). Ya, listo; es todo. ¿Y los watts? Los watts son simplemente una medida de la cantidad de energía que se consumió en el proceso y NO son para nada un indicador de qué tan fuerte va a sonar tu equipo.

Ya hablamos de sensitividad (que involucra watts y sonido) y también de volts y ohms. Conectemos todo de la manera más sencilla posible:

Un amplificador emite una corriente (volts) , esos volts pasan por gabinete que presenta una carga (ohms). La potencia (watts) es simplemente el voltaje al cuadrado dividido entre los volts. A mayor voltaje más watts, a mayor impedancia  (ohms), menos watts. Entonces ya lo sabes si quieres más watts debes aumentar el voltaje o reducir la impedancia. Pero… ¿Quieres más watts? ¡No! quieres más decibeles. ¿Recuerdas la sensitividad? dB por watt. Ahora sí, si quieres más decibeles: aumenta la sensitividad o aumenta los watts. Ya dijimos que para aumentar los watts o le subes el volumen a tu ampli (más volts) o le quitas carga (menos ohms) y como aquí la pregunta era (ya ni me acordaba) cómo sacarle mejor provecho al amplificador, dejemos los watts tranquilos y veamos las formas que tienes de aumentar la sensitividad:

  • Bajando la impedancia, por ejemplo usando un gabinete o gabinetes que juntos presenten una carga de 4 Ohms en lugar de 8 ohms (más sobre esto en el siguiente FAQ)
  • Eligiendo bocinas con más sensitividad. El problema es que los fabricantes no publican ese dato y la mayoría de las bocinas que se usan para instrumentos musicales ya son de sensibilidades muy altas así que el único criterio práctico que nos queda disponible es: usar más bocinas, o usar bocinas más grandes.

 

Esa es la cruda realidad. No se le puede ganar a las leyes de la física todavía. Por más que te quieran marear con números exhorbitantes (y muchas veces amañados) de miles de millones de watts.

 

Esta pregunta está en un muy cercano segundo lugar entre las preguntas más frecuentes que recibimos. Y también generalmente viene acompañada de los watts y ohms del amplificador, foto de la parte de atrás, captura de pantalla de los “specs” etc. Si leíste los 2 FAQ’s anteriores creo que ya sabes por dónde vamos. Y sí, es de esperarse. Además del precio, lo primero que vemos en anuncios, internet, amazon, redes, etc. respecto a los gabinetes (y que generalmente tomamos más en cuenta en nuestra decisión) son precisamente… ¡Los watts! Pero como ya hablamos, los watts no son sinónimo de volumen.

A continuación te describo las cosas que yo creo son las más importantes a la hora de elegir: 

  1. Las Bocinas. Sin entrar en detalles técnicos vamos a mencionar algunos aspectos generales de las bocinas que son el corazón de tu gabinete.
    • Tamaño. Las bocinas entre más grandes sean (15 ó 18 pulgadas de diámetro) son más capaces de reproducir frecuencias más graves, pero al ser más grandes y tener un cono más pesado; también son más “lentas”. Imagina que la bocina tiene que seguir un camino de curvas (la corriente alterna que le suministra el amplificador). Cuando la curva sube la bocina debe “salir” (excursión) y cuando la curva baja, la bocina debe “meterse (incursión). A las bocinas mientras más grandes y pesadas sean, les cuesta más trabajo romper el estado estacionario y “arrancar”. Ya que agarran vuelo el mismo peso y tamaño les ayuda (por inercia) a desarrollar el movimiento. Eso se traduce en un sonido más envolvente, con menos transiente inicial pero más “redondo”. Por otro lado, las bocinas más pequeñas (8 ó 10 pulgadas) aunque no pueden reproducir frecuencias tan graves, son más “rápidas” y de ahí viene su sonido más cargado hacia los medios graves pero con esa característica “patada en el pecho” Una bocina de 12″ bien utilizada puede ofrecerte un buen balance entre “punch y profundidad”
    • Cantidad y disposición. Entre más bocinas y más grandes sean, el gabinete va a sonar más fuerte. Eso ya lo mencionamos en el FAQ anterior. Pero, vayamos más a fondo. Para eso hay que dividir los gabinetes en 2 categorías: Los que tienen 1 solo woofer (1×10, 1×12, 1×15, etc) y los que tienen varios woofers (2X8, 2×10, 4×10 4×8 3×10 etc). Los que tienen 1 woofer simplemente suenan como ese woofer trabajando junto con el cajón en que están y con una gran influencia del cuarto (o jardín, salón, etc). Por otro lado, los que tienen varios woofers…. también -¡dahhh!- Pero agregan un elemento más: El “lobing” Es un fenómeno acústico que ocurre cuando dos frentes de onda esféricos (como los que salen de las bocinas) emitidos desde diferentes lugares chocan en el espacio. O sea, cuando tienes más de un woofer emitiendo el mismo sonido. Un 4×10 típico por ejemplo, tiene cada woofer a una distancia de unos 30 cms. de centro a centro de cada cono. A esa distancia, todo lo que esté por debajo de 280 Hz. se suma acústicamente y lo percibimos como un solo sonido, pero todo lo que esté por encima empieza a generar un “color” que proviene de el “comb filter” o -filtro de peine – que es causado por las ondas sonoras chocando en el punto donde las escuchamos. Algunas frecuencias se acentúan, otras se anulan y eso cambia si escuchamos de frente al gabinete o desde otro punto. Para los nerds explicaremos a detalle este concepto en el blog. Por ahora sólo basta decir que hay un “caos” en los medios. ¿Esto es malo? ¡No!, La verdad suena rico y más complejo (menos estéril). Es parte del sonido al que probablemente estás acostumbrado y también es la razón por la que un 4×10 suena tan diferente de frente que a 30 ó 45 grados y la razón por la que siempre queremos subirle más y más volumen (pobre intelegibilidad en los medios. Ya hablaremos de dispersión más adelante).
  2. Tamaño y diseño del gabinete El recinto acústico (cajón) es igualmente importante que las bocinas que contiene, trabajan en equipo. Veamos los aspectos más importantes:
    • Tamaño. Un gabinete para bajo no puede ser tan pequeño como todos quisiéramos. Aquí no hay atajos. Más grande = Más graves. Puede ser pequeño y producir graves muy profundos? Sí, pero no esperes mucho volumen (SPL). De hecho un cajón muy grande con una bocina pequeña genera graves más poderosos que uno chiquitito con una bocina muy grande.
    • Alineación. Hay muchos diseños o formas de complementar el desempeño de la bocina. Pero los más utilizados para bajo son 2: El cajón Sellado y  el “Vented” o abierto, con salida de aire, porteado, o como le quieras llamar. El que tiene un hoyo pues. La diferencia más notoria es que los cajones sellados (como el típico refri 8×10) tienen una mejor suspensión acústica. El aire que está dentro de ellos funciona como un resorte que “amortigua” el movimiento del cono dándole más control y mejor respuesta a transientes o “punch” y al mismo tiempo le resta capacidad para generar sonido y en particular, graves profundos. Por otro lado, los cajones abiertos utilizan la “afinación” del cajón para ayudar a la bocina a generar sonido donde ya le empieza a costar más trabajo. Este trabajo en equipo nos brinda mayor volumen (SPL) y graves más profundos y si no se diseña correctamente, reduce la respuesta de transientes y pone en peligro a la bocina misma. Este tipo de gabinete tiene que ser diseñado y probado en laboratorio para que funcione correctamente. NINGUNA de las fórmulas, software, calculadoras online es certera para calcular las dimensiones del cajón y el “vent”. Aquí tampoco hay atajos. Se diseña, se construye, se mide, se modifica el diseño, se vuelve a construir y se vuelve a medir hasta llegar al resultado óptimo.
  3. Construcción. Simplemente ¿Qué tan sólido es el cajón? De nuevo las leyes de la física nos ponen aquí a elegir. Obviamente a todos nos gustaría un gabinete muy ligero (y los hay) pero no a costa de la solidez de sus paredes. Lo que queremos es que las paredes no vibren en alguna frecuencia que pueda interferir con el rango en el que estamos usando el woofer. Un panel vibrando a digamos unos 150Hz todavía logra reflejar y crear ondas estacionarias que “ensucian” el desempeño de la bocina. Mientras más ligero (menos denso) es un material, más grave resuena y no quieres eso. Hay algunos gabinetes hechos de materiales tan “poco adecuados” que hasta caminan alegremente por todo el escenario. Por otro lado, un cajón construido con materiales muy sólidos podría ser muy pesado. Una buena solución a esto es usar materiales ligeros pero con una serie de refuerzos internos cuidadosamente diseñados y ubicados para reducir la intensidad y elevar la frecuencia de las vibraciones mas allá del rango de operación del woofer. Esto por supuesto conlleva una complejidad y costos adicionales que la mayoría de los fabricantes en masa no se pueden permitir.
  4. El uso que le vas a dar. Ahora que ya sabes más sobre los gabinetes, no puedes dejar de pensar en lo que tú quieres. Con todos los elementos explicados arriba ya puedes elegir mejor.
    • ¿Quieres un gabinete para estudiar tú solo en tu cuarto? Un gabinete pequeño es suficiente.
    • ¿Bajo de 5 cuerdas? Usa bocinas más grandes o mantén bajo el volumen.
    • ¿Un gabinete de monitor solo para mí pero con suficiente patada para escucharme bien en el escenario? Un gabinete mediano con bocina de 12″. ¿Más patada pero manteniendo la practicidad del de 12″? Agrega otro gabinete de 12″!
    • ¿Necesitas mucho volumen en el escenario? o ¿No te conectan al PA y quieres “llenar” un lugar grande? Agrega más bocinas, más grandes y elige gabinetes grandes también (sorry, no hay de otra).
  5. Dispersión. Hasta el momento solo nos hemos centrado en la parte grave. Los woofers. Casi siempre complementados con un sencillo y tweeter que se encarga de esos filosos agudos de los “slaps” que nos encantan. ¿Qué pasa con el rango medio entre 300Hz y 3 Khz? Bueno, pues queda a cargo de los woofers. El problema es que una bocina mientras más grande sea, es más “direccional” en los medios y agudos (otro tema para profundizar en el blog). Esto significa que aunque la bocina sea capaz de reproducir este rango de frecuencia, solo lo hace justo enfrente del cono. Seguramente conoces la técnica de microfoneo de guitarra en donde si colocas el micrófono frente a la bocina y apuntando al centro del cono tienes un sonido más agudo y mientras más te acercas a la orilla vas perdiendo agudos y medios ¿cierto? O la gran diferencia en claridad y articulacón del sonido que experimentas cuando te “apuntas” el combo o gabinete a tu cabeza y no a tus rodillas. Bueno, pues es justamente por esta direccionalidad de las bocinas grandes. Y para el bajo, ¿eso es importante? te preguntarás. Si de todas formas ¡siempre le bajo los medios!. Pues sí. Importa y un montón. En los medios está la información que tu cerebro utiliza para “decodificar” las notas graves. Ahí es donde está la riqueza del tono del instrumento. Con una bocina pequeña dedicada a reproducir esas frecuencias logras proyectar de forma más amplia esas frecuencias y tú y todos a tu alrededor pueden escuchar y discernir claramente las notas graves. 
Te preguntarás… Ok muy bien todo eso pero, ¿de cuántos watts y ohms? Si es así, por favor lee de nuevo los 3 primeros FAQ’s de esta página.

Hablemos en términos sencillos.

Las bocinas y gabinetes están marcados con un número 8 Ohms, 4 Ohms etc. Esta es su impedancia nominal. El valor del impedancia de cada equipo depende de la impedancia individual de cada una de las bocinas que contiene y de cómo están conectadas. Cuando las bocinas están conectadas en serie solo sumamos los valores de cada uno. Cuando están conectadas en paralelo usamos la fórmula: Impedancia total = 1/(1/a + 1/b + 1/c … + 1/n). Tip: si son impedancias iguales solamente dividimos el valor por la cantidad de bocinas.

Ejemplo: Un gabinete 2×10 con 2 bocinas de 8 Ohms presentaría una impedancia total de 4 ohms con las bocinas conectadas en paralelo y de 16 ohms con las bocinas conectadas en serie.

 

¿Qué pasa cuando combino 2 gabinetes? ¡Lo mismo que cuando combinas bocinas! Solo que prácticamente todas las formas de “puentear” o conectar 2 o mas gabinetes lo hacen en paralelo. Ya sea que conectes 2 cables del amplificador a cada uno de los gabinetes o un cable a un gabinete y de ahí otro cable al segundo gabinete.

  • Un gabinete de 8 ohms presenta una carga de 8 ohms al amplificador.
  • Dos gabinetes de 8 ohms cada uno presentan una carga de 4 ohms al amplificador.
  • Dos gabinetes de 4 ohms presentan una carga de 2 ohms al amplificador
  • 1 gabinete de 8 ohms y uno de 4 ohms presentan una carga de 2.66 ohms al amplificador (usando la fórmula de arriba). En internet hay infinidad de calculadoras que te pueden resolver el cálculo.

¿Qué combinación es mejor? Si hablamos solo de impedancia, ¡Cualquiera! Lo único que tienes que cuidar es lo siguiente: “La impedancia de tus gabinetes combinados no debe ser menor a la impedancia para la que tu amplificador está diseñado”.  C’est tout. 

Puedes usar por ejemplo un cubito de práctica de dormitorio de 8 ohms junto con un refri  8 x 10 que sea también de 8 ohms para un total de 4 ohms con un amplificador pueda con una carga de 4 ohms? Sí, puedes. Pero adivina ¿Cuál de los 2 va estar casi completamente desperdiciado y cuál va a ser el que va a marcar el límite del sistema? Por esto y por un montón de razones que explicaremos en el blog. Siempre será mejor combinar 2 gabinetes iguales o muy parecidos (un 2×10 de la marca “A” más o menos tiene la misma sensibilidad y curva de impedancia que un 2×10 de la marca B) O mejor aún; 2 gabinetes que hayan sido diseñados para usarse juntos.

 

Motus es el resultado de muchos años de búsqueda. Como la mayoría de los bajistas, pasé de equipo en equipo probando todas las configuraciones y marcas de gabinetes, amplificadores y efectos disponibles comercialmente. ¿Qué buscaba? “Todo”. Toda la profundidad, claridad, impacto, transparencia, calidad y dispersión posibles. 

El bajo eléctrico no es “eso que no se oye pero que si lo quitan, sí te das cuenta”; es un instrumento con un timbre lleno de sutiles detalles en un rango muy amplio del espectro sonoro. Desde los graves más profundos y abrazadores, la patada en el pecho de sus medios graves, la complejidad armónica de su rango medio y la mínima pero importantísima información que aporta a nuestro cerebro las frecuencias más agudas. En una frase: quería “Poder escucharlo todo”

 Todas las opciones y combinaciones siempre quedaban a deber en algo. Pero, ¿Porqué? ¿Porqué todo ese hermoso detalle que minuciosamente confeccionamos y diseñamos con nuestra elección de maderas, pastillas, cuerdas, preamps, bulbos, transistores y demás tenía que terminar sepultado y prácticamente inaudible a merced de los demás instrumentos? La respuesta estaba en las bocinas, el último eslabón de la cadena, el más pasado por alto en nuestra búsqueda de equipo e imparable G.A.S.

Después de muchas noches de investigación, diseño, prueba y error y muchos cajones mal hechos y bocinas voladas, llegué al primer prototipo exitoso del hoy llamado 12M6. Como se documentó originalmente en: eltallerdelbajista.blogspot.com el resultado fue un gabinete sin las limitaciones y compromisos que generalmente tienen que hacer los ingenieros de las marcas renombradas, quienes – no es que no sepan, o no quieran – diseñar un producto superior.  Es que tienen que cumplir con restricciones: Tiene que ser pequeño, tiene que ser ligero, tiene que ser muy barato producirlo, tiene que usar estas y aquellas bocinas chinas, no importa si vibra tanto que camina, que sea más ligero. ¡Ah! pero hazlo todavía más barato porque ya agarramos a Marcos y a Víctor. ¡No! Espera, que sea todavía más barato porque hay que traerlo en barco, pagar impuestos y luego el importador, el distribuidor, el sub-distribuidor regional y el de la tienda; todos quieren un margen de ganancia muy grande, si no; pues no es negocio. ¿Y el sonido? Ahhh eso no importa, al fin el bajo ni se oye, y los bajistas, pues ya están acostumbrados a sus combitos que les sacan la chamba.  ¿Te pusiste verde? ¡Yo también! Por eso justamente empezó todo este circo. 

El 12M6, “El primer Motus” nunca tuvo restricciones. Su único objetivo: mi propio placer.

No. Todos nuestros equipos son fabricados sobre pedido. Son equipos boutique hechos a mano con mano de obra orgullosamente mexicana. Todas las unidades son supervisadas y aprobadas personalmente por su creador: Ray Growl.

Aunque somos un taller boutique, hacemos lo posible por consolidar “series” o batches de producción. Un gabinete de nuestros diseños de línea puede tardar desde 2 hasta 8 semanas en estar listo. Si optas por alguno de nuestros planes de pago, checa la siguiente FAQ :

Hay 2 formas en las que puedes tener un Motus: 

1.- Ordena tu Motus con el 50% de Anticipo y liquida al recibirlo (lo antes posible).

2.- Nuestros planes de pagos anticipados. El anti MSI 💪🏼

¿Cómo funciona?

Acá la idea es simple. En lugar de que nosotros subamos nuestros precios para absorber intereses bancarios, hacemos equipo contigo: Tú nos vas pagando mensualidades anticipadas y a cambio nosotros ¡Te damos un descuento!

Los gabinetes de la SERIE REFERENCE tienen un sonido completamente transparente (sin color) y te ofrecen una claridad y contundencia impresionantes para su tamaño con una amplísima dispersión en el rango medio (que es donde está la información que tu cerebro usa para “descifrar” las notas). 

La SERIE PRO es nuestra propia versión de los modelos clásicos con importantes mejoras que les permiten ofrecer un mejor desempeño. 

Ambas series comparten la misma calidad de componentes y construcción y las dos son fabricadas a mano en el mismo taller por las mismas personas. Para conocer a detalle sus características y tecnología visita nuestra Tienda.

Si crees que este contenido es valioso para alguien más. ¡Por favor compártelo!

Sobre el Autor:

Ray Growl

Ray Growl

Bajista / Emprendedor / Economista. Mis pasiones: Producción musical, Acústica, Ingeniería y Matemáticas. It's only Rock n Roll but I like it!

¡GRACIAS!

Enviaremos ocasionalmente información valiosa para ti.